¿Se dieron cuenta que, últimamente, todos los logotipos de marcas reconocidas son muy, pero muy, parecidos entre sí? Por no decir que se ven todos iguales… Bueno, esto se debe a una tendencia en el diseño –y rediseño– de logotipos, que comenzó entre el 2017 y el 2018. Fue como si, de pronto, todas las empresas pensaron que ser únicos era una desventaja y que era mejor parecerse al resto. Esta tendencia comenzó con las marcas de moda. Varias marcas icónicas de moda abandonaron sus logotipos reconocibles y migraron a una versión muy similar a la fuente sans serif. El sector de la tecnología siguió por la misma línea un poco después.
Todas esas particularidades que hacían únicos los logotipos de tecnología y moda desaparecieron, y se reemplazaron con una fuente sans serif muy simple. Como si estas dos grandes industrias tuvieron la misma idea de contratar al mismo diseñador al mismo tiempo. Y no justamente uno muy creativo.
A pesar de esto, la industria de la tecnología al menos conservó un poco de color, y eso hace que todavía podamos diferenciar unas de otras. No fue el caso de las marcas de moda. Vean sino:
▧ Serif y sans serif: ¿cuál es la diferencia?
Primero lo primero, ¿qué diferencia hay entre una fuente serif y sans serif? En este gráfico de abajo se puede apreciar:
Como se puede ver en los círculos rojos, esas pequeñas extensiones con curvas (o adornos) que aparecen en los extremos de los trazos de algunas fuentes se denominan ‘serifs’. Y las fuentes que no las tienen, se denominan ‘sans serif’ ( ‘sans’ significa ‘sin’ en francés).
Las fuentes sans serifs carecen de las características anatómicas típicas (serifs, espuelas, florituras y otras). Por eso, no tienen un gran nivel de detalle y diferenciación de diseño que sí tienen las serif.
Si bien la simplicidad de las fuentes sans serif las hace legibles y versátiles, esto tiene un inconveniente: no nos deja muchas opciones de diferenciación. Puede haber variación en cuanto a la altura, el peso o la inclinación, pero aún así las fuentes sans serif simplemente tienen menos funciones con las que trabajar, a diferencia de las fuentes más complejas.
El resultado, es más que obvio: todos los logotipos se ven iguales a simple vista. Atrás quedaron todos los pequeños detalles elaborados de antaño.
Cuando nos subimos a la tendencia de las marcas, terminamos nadando en un mar de similitudes. Que es todo lo opuesto a lo que –en teoría– deberían ser los logotipos. El propósito de un logo es ser instantáneamente reconocible, diferente, memorable y, si es posible, hacer referencia a los valores de la marca. Mezclarse con los demás no logra ninguna de estas cosas.
▧ Posibles razones
Entonces, ¿cuáles serían las posibles razones para que esta tendencia de tener logotipos en sans serif esté ganando tanto terreno? Veamos:
1- La ‘utilidad moderna’
Los especialistas en branding señalan los beneficios prácticos de lo que llaman la ‘utilidad moderna’ de los tipos de letra sans serif. Son más limpios, más legibles, se adaptan mejor a una variedad de medios y funcionan bien en el online. La pureza de estas fuentes permite que las marcas sean un recipiente vacío, listo para adaptarse a las tendencias que cambian rápidamente.
Pero ¿no es justamente el valor de una marca no ser un recipiente vacío? Las grandes marcas han trabajado durante décadas por su identidad y reconocimiento, ¿para después tirarlo por la borda?
2- Simplificación
Otra razón citada por los especialistas en marcas es que es un paso natural que deben tomar las marcas a medida que pasan de ser empresas emergentes a convertirse en marcas establecidas. El objetivo de hacer ruido y sobresalir queda atrás, para pasar a formar parte de la vida cotidiana de las personas. Esa personalidad sincera que definió una marca en sus comienzos y se ganaron a sus primeros usuarios pueden ser una limitación, ya que buscan un gran atractivo y mayores ingresos.
¿Es la simplificación una razón para pasar desapercibida? Los logotipos deben ser simples, por supuesto, pero deben ser simples de una manera memorable. Pensemos más en el estilo de Nike swoosh (simple, memorable) y menos en una fuente sans serif de talle único.
3- Ahora las marcas son más que logotipos
Las personas saben que las marcas ya no se definen por su logo sino por el producto o servicio que brindan. Son fuertes gracias a lo que te permiten hacer con ellos. Antes, los diseñadores de logotipos buscaban un ‘concepto’ al diseñar un logotipo. Eso ya no es necesario porque la marca es el concepto.
A medida que algunas marcas se convierten en palabras (o mejor aún, verbos) en nuestro lenguaje cotidiano (a Google, a Uber, a Skype), tienen una menor necesidad de un logotipo reconocible. Muchas de esas marcas ahora gastan en diseñar tipos de letra personalizados en lugar de logotipos: un tipo de letra personalizado se convierte en su voz reconocible en cada plataforma o dispositivo.
Contrapunto: algunas grandes marcas pueden tener una menor necesidad de un logotipo muy distintivo, pero eso no significa que deban deshacerse del factor diferenciador. Nunca vas a ver a Nike reemplazando su logotipo swoosh con texto NIKE en sans serif . Si tenés algo valioso aunque igual podrías vivir sin eso, no significa que debas hacerlo.
4- Legibilidad
Una de las principales razones de la tendencia del logotipo sans serif es la legibilidad. Especialmente cuando se trata de dispositivos móviles, pero también en cualquier otro lugar: desde vallas publicitarias gigantes hasta pequeños enlaces de pie de página en la parte inferior de los sitios web.
Bueno, esa es la razón por la que se inventaron las fuentes sans serif: para una mejor legibilidad en los titulares publicitarios.
Pero si bien la legibilidad es importante –sobre todo en el móvil, que es donde sucede todo hoy en día– con las mejoras en tecnologías como las pantallas retina y las nuevas pantallas 4k, esto pasa a ser un problema menor.
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▧ Conclusión
En fin, no hay nada malo en querer que nuestro logotipo se vea más simple, mejor, nítido en dispositivos móviles o lo suficientemente universal para atraer a la audiencia más amplia posible. Pero pensemos, ¿es necesario? ¿vale la pena?
Podemos apostar a la simplicidad y la legibilidad, por supuesto, pero manteniendo ciertas características distintivas. No tiremos a la basura todo aquello por lo que una marca ha estado trabajando durante varios años.
Solo imaginen que tuviéramos que colocar cualquiera de los nuevos logotipos en un producto random… y que nadie note la diferencia.
Post basado en el artículo de Velvet Shark