Como freelancer que trabaja de forma remota, un día puede llegar la soñada oportunidad de trabajar en varios proyectos tan atractivos como demandantes. Pero como dice el dicho “el que mucho abarca poco aprieta”, sabés que llegará un punto en el que las tareas se empezarán a multiplicar… y acumular. Entonces te preguntarás, ¿estoy listo/a para empezar a delegar? Si la respuesta es sí, entonces necesitarás un equipo de trabajo que te apoye en esta etapa de crecimiento.
En este post explicaremos cómo el desarrollo de este equipo de trabajo remoto puede marcar la diferencia en el desafío de dar el siguiente gran paso con éxito.
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1. Las bases: Comunicación y Colaboración
Es vital establecer una comunicación clara y abierta desde el comienzo. Para esto, nada mejor que apoyarse en herramientas de mensajería instantánea, como Slack o Microsoft Teams, para mantener una línea directa de comunicación con tus colegas. También es útil programar reuniones una vez a la semana por videoconferencia para hacer un seguimiento de los proyectos, compartir ideas, hacer brainstorming y resolver problemas juntos.
La colaboración es clave, y para esto deberás fomentar un ambiente donde todos se sientan cómodos compartiendo sus opiniones y contribuciones. Aprovechá las plataformas de colaboración en línea, como Google Workspace o Trello, para gestionar proyectos de manera conjunta, asignar tareas y realizar un seguimiento.
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2. Confianza + Motivación
En un entorno remoto, la confianza es fundamental. Demostrá tu compromiso con el trabajo, mostrando transparencia y honestidad en tus interacciones con el equipo. Reconocé y valorá el esfuerzo y el trabajo duro de tus compañeros, ya que esto fortalece los lazos, además que fomenta el sentido de pertenencia.
La motivación es esencial para mantener la productividad y el compromiso del equipo. Establecé metas claras y realistas para el equipo. Celebrá los logros alcanzados. Organizá actividades presenciales, como ir todos juntos a almorzar, celebrar un cumpleaños o un after-work, para estimular el ambiente positivo y la camaradería. En caso que no todos vivan cerca, un encuentro virtual o una partida de videojuegos también es válida.
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3. Gestión de tiempos
La gestión del tiempo es crucial en un entorno de trabajo remoto. Y dado que todos tenemos horarios diferentes, es conveniente establecer horarios, flexibles pero claros, que marquen los límites entre el trabajo y la vida personal.
Aquí es fundamental implementar herramientas de gestión de proyectos para organizar el trabajo con el equipo remoto, tales como Trello, Asana o TrackingTime. Te permitirán asignar tareas, establecer plazos y dar seguimiento al progreso de manera colaborativa. Al centralizar la información y las comunicaciones, estas herramientas ayudan a mantener a todos los miembros del equipo en la misma aplicación y garantizar una distribución equitativa de las responsabilidades.
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4. Adaptarse al cambio
El trabajo a distancia suele carecer de la interacción personal, el “cara a cara”. La clave está en ser suficientemente flexible y adaptable. Es fundamental mantener una mente abierta para buscar soluciones creativas que permitan abordar los desafíos e inconvenientes que puedan surgir en el camino, hacia la productividad y la colaboración efectiva.
Recordemos que el trabajo remoto representa un total cambio de paradigma. Algo que hasta hace unos años era impensable y difícil de implementar, hoy por hoy (en parte como consecuencia de la Pandemia) se transformó en una realidad en el ámbito laboral moderno, gracias a los avances tecnológicos y cambios en las dinámicas laborales.
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En resumen, el desarrollo de equipos en un entorno remoto es esencial para emprender con éxito tu crecimiento profesional. Construir una base sólida de comunicación y colaboración, cultivar la confianza y la motivación, y adaptar tus habilidades para superar los desafíos, son los puntos fundamentales que deberás abordar.
¡Contar con un equipo remoto bien organizado y comprometido te llevará a alcanzar tus objetivos con éxito!
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